Dormir mejor

Tanto si sabés qué te está generando esto como si no lo sabés, hay algunas cosas que se pueden hacer para convertir esas emociones en la calma necesaria para dormir mejor.

La ansiedad y la preocupación suelen ser sobre posibles eventos del futuro. La depresión y la culpa suelen ser sobre eventos del pasado. En ambos casos, estamos ante un problema de orden temporal, que no ocurre en el ahora, es decir, en el momento presente, ese portal al que accedemos cuando meditamos.

Tres cosas que podés hacer:

1. Esas preocupaciones, dudas y demás que te surgen a la noche cuando estás acostado/a pueden estar necesitando un lugar en tu día o semana. Tal vez si encontraras un lugar, unos minutos al menos, durante el día, para poder prestarle atención a esos pensamientos que regularmente tenés a la noche. Tal vez podés establecer una media hora semanal a aquellos temas que suelen ser recurrentes en tus diálogos nocturnos. En ese tiempo, podés escribir o hablar todo lo que se te ocurra sobre el tema. Podés hacer listados, dibujos, grabarte o lo que consideres necesario para soltar. El objetivo es liberar las preocupaciones expresándote sobre ellas. Te sugiero que lo hagas solo/a.

2. Responder estas preguntas sinceramente:

¿Merezco dormir bien? ¿Puedo resolver este problema pensando más? ¿Quién se beneficia si yo duermo mal? ¿Quién se beneficia si yo duermo bien? ¿Quiero seguir tolerando la manera en que duermo? ¿Quiero comprometerme a aprender a dormir mejor?

3. Esto es es más sencillo: volvé al momento presente y quedate ahí de la manera más intensa que puedas. En otras palabras, meditá. Por ejemplo, observando tu respiración tal como es o prestando atención a las distintas partes de tu cuerpo. Acá te dejo una meditación guiada para hacerlo.