Meditación y estrés (segunda parte)

En línea con el posteo anterior, comparto más información sobre la relación entre la meditación y el estrés.

Cómo funciona el estrés

El estrés es la respuesta corporal, emocional y mental ante aquello que consideramos una amenaza. Cuando experimentamos estrés, se activa en el cuerpo un mecanismo que en inglés se llama “Flight or fight” y en español se dice “Reacción de lucha o huida”. Esto es un mecanismo de protección que nos pone alerta, acelera la frecuencia cardíaca, aumenta el azúcar en la sangre, reduce la producción de insulina, bombea hormonas de estrés y reduce el suministro de sangre hacia los órganos digestivos. Por supuesto que esto no es un error del cuerpo sino que lo hace para poder concentrarse en huir lo más rápido posible o en quedarse para luchar ante lo que considera una amenaza.

Un poco de estrés está bien

Tanto si hablamos de estrés por razones internas o externas es bueno recordar que un poco de estrés está bien. El estrés, al igual que otras experiencias consideradas negativas como el asco, la vergüenza o el miedo, tiene un punto óptimo en el que es útil y necesario. Por ejemplo, el asco puede ser defensa del individuo y su cultura ante algo que considera inapropiado. En el caso del estrés, un poco de estrés nos mantiene alerta ante amenazas reales, porque, seamos sinceros, en el día a día del 99% de las personas hay amenazas reales. Por ejemplo, cuando uno va a cruzar la calle o si alguien nos arroja algo desde un balcón, ese estrés nos ayuda a estar alertas y protegidos.

Estrés crónico (estar así o vivir así)

Es importante aclarar que en la mayoría de los casos las personas no están en ese punto óptimo sino muy por encima, sufriendo de estrés crónico. Esto indica que sufren regularmente los efectos del estrés, lo cual normalmente se traduce en síntomas de una o más patologías, es decir, dolores, molestias, ansiedad y/o depresión.

El fracaso alopático

Muchas personas ya tuvieron la experiencia de consultar a distintos profesionales de la salud y que no se encontrara la causa de su enfermedad, problema o síntomas. Es en este escenario en el que estos profesionales hacen mención al estrés y al estilo de vida que uno lleva. Acá a veces se escuchan las palabras yoga y meditación. Sin embargo, hay poca conciencia sobre esto y muchas personas prefieren soluciones más fáciles, por lo que es habitual que se receten tranquilizantes sin advertir que estos pueden tener efectos adversos fatales y que no son una solución real.

¿Hasta dónde querés experimentar la negatividad?

Algunas de las enfermedades más conocidas que puede causar el estrés son: problemas cardíacos, presión arterial alta, ansiedad, enfermedades autoinmunes, depresión, fatiga crónica, migrañas y no quiero seguir, no me gusta hablar de la enfermedad (prefiero hablar de la salud). Creo que a esta altura está claro que un alto nivel de estrés es capaz de producir cualquier síntoma y enfermedad en el ser humano.

Una vida mejor es posible

Origen y destino

Diciendo que el estrés es la causa de un problema no estaríamos hablando de la causa específica ya que habría que buscar en detalle qué es lo que estresa a esta persona y cuáles son las cosas de su estilo de vida que debe modificar y mejorar para vivir en una mayor armonía.

Esta es otra de las razones por las cuales meditar es tan poderoso.

No solo va a reducir los niveles de estrés sino que además va a aportar una gran claridad para que uno pueda tomar mejores decisiones. De esta forma resulta más fácil advertir cuáles son las cosas que uno debe modificar y mejorar.

¿Meditar va a resolver o me va a ayudar con mi problema?

En el blog:

Bienestar

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